lunes, 18 de junio de 2012

La Mano, un proyecto subte en 1966


La prehistoria de La  Mano

Notas escritas para la revista La Mano, que proyectábamos con Moris, a principios de 1966, junto con la salida del simple de Los Beatniks, origen del rock argentino

LA NUEVA GENERACIÓN
Ahora los jóvenes han descubierto su misión: Renovarlo todo. Cambiar drásticamente la totalidad de las formas y las estructuras, encontrar una vida más libre y más creativa..
Se necesita un pensamiento nuevo, sin esquemas, sin temores, sin prejuicios. Se necesita una nueva ciencia social, m{as comunicativa, más viva, sin teorías abstractas o fórmulas mágicas. Se necesitan psicólogos que luchen por abrir la mente, por liberarla y lanzarla por nuevos caminos. Se necesitan sociólogos que busquen formas sociales más concretas, más móviles, un contacto interpersonal más completo. Se necesitan filósofos que señalen lo absurdo de todo esto en que estamos metidos, que investiguen, que fluyan.
Se necesita acabar con el arte muerto del pasado (y del presente), el arte óseo y petrificado de las academias. Es hora de aire libre, es hora de un arte agresivo, con participación del espectador-lector, de un arte móvil y dinámico, de un arte cambiante y recreado continuamente,. Una poesía que rompa esquemas, que salte, que nazca siempre,  una poesía de estallidos y sorpresas. Una prosa fluyente, cambiante, una narrativa en nuevo tiempo-espacio, para lectores activos. Un teatro directo, mágico y realista a la vez, un teatro sin actores ni espectadores, un teatro para seres vivos.  Una pintura sin caballete, sin pintura, con espacio, con tiempo, una plástica motriz y violenta, una plástica sin oficinistas. Un cine, por fin, sin comodidades y perdones, un cine posesivo y abrumador, un cine con insomnio.
Se, trata, en fin, de dejar las rutinas, el aire acondicionado y los círculos de intelectuales muertos, se trata de estar vivo entre la idiotez y el desastre de este siglo.
Es hora de avivarse de que los únicos fenómenos artísticos grandes de este siglo son el surrealismo, el pop art y los Beatles. . Todo lo demás es chatarra envejecida y seca.
Es hora de avivarnos también de la revolución melenuda, de Bob Dylan, de que los jóvenes han tomado definitivamente la delantera, y el cambio se produce irresistiblemente. Plegarse a la nueva violencia o morir entre libracos y manuales de retórica. Una generación inmadura para un mundo caduco. La rebelión total, cristal y mierda.

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